martes, 21 de diciembre de 2010

LITTLE BIG HORN. LA GRAN DERROTA DE CUSTER.

En 1870, se comenzó a construir el ferrocarril que atravesaría el continente norteamericano, y las vías del mismo atravesaban los territorios que formaban la tierra madre de los nativos norteamericanos, y además, se exterminó prácticamente por completo a las grandes manadas de bisontes, que eran muy importantes para las tribus; con esto se trató de presionarlas para que se sometieran al poder estatal.

Lo que el gobierno norteamericano no contaba es que 2 jóvenes jefes sioux, llamados Toro Sentado y Caballo Loco, encabezarían las negociaciones y que, a pesar de que en 1873 se habían establecido los territorios indios al sur del río Platte, donde estaban las Montañas Negras, estos pedirían 600 millones de dólares, mientras que en Washington sólo ofrecían 6. Las negociaciones se rompieron y se encargó al ejército norteamericano que “pacificara” la región.

A los sioux se unieron los cheyennes, ambas tribus formaron un numeroso ejército con ánimos muy encrespados, ya que unido a la tensa situación por las negociaciones rotas, se habían permitido las grandes expediciones de colonos y buscadores de oro en las Montañas Negras. Uno de los líderes de esa expedición fue George Armstrong Custer.


(En la imagen, retrato de Custer)

Custer se había licenciado en West Point en 1861, y encabezó una División durante la Guerra de Secesión Norteamericana (1861-1868), debido a que el General Sheridan lo apadrinó; no obstante, cuando la guerra terminó, Custer, que ya era teniente coronel, recibió la orden de hacer una expedición por territorio arapahoe con 700 hombres del 7º de Caballería, en esa expedición encontró un campamento indio y lo devastó matando a todos los nativos que estaban allí en ese momento. Con esto, se ganó el disgusto del presidente Grant por lo que fue relevado a otras tareas; todo parecía indicar que un oficial con un gran futuro, vería así parada su carrera.

Pero volvamos al año 1874; pues bien, el mando del ejército norteamericano, estaba comandado por el General Sheridan, que volvió a reclamar a Custer a su lado. Así, se organizaron 3 cuerpos de ejército: Crook marcharía desde el Norte, Gibbon desde el Este y Terry desde el Oeste; dentro de este último cuerpo, el 7º escuadrón de caballería, a las órdenes del propio Custer.

El 21 de junio, el cuerpo de ejército comandado por Terry llegó cerca de Yollowstone, y Custer, cuya unidad era independiente, pidió remontar el Rosebud 150 km para adentrarse en una exploración en el valle de Little Big Horn, en Montana, ya que había rumores de un campamento indio en las inmediaciones, a lo que su comandante accedió.


(En la imagen, retrato de Caballo Loco; Fuente "http://elabrevadero.com")

El día siguiente, Custer se puso en marcha, incluso rehusó de 2 escuadrones más y de 2 cañones Gatling porque pensaba eso lastraría mucho su marcha. Custer era un personaje excéntrico, ese día, vestía un traje de terciopelo negro, un pantalón azul y un pañuelo rojo, y además, un sombrero de ala ancha. Los indios le llamaban “Cabellos largos”, puesto que su melena le llegaba por media espalda. Junto a él, iba su explorador favorito, un indio crow llamado Cuchillo Sangriento. En cuanto a los propios soldados, cada uno iba armado con un sable y la reglamentaria carabina Springfield, pero éstas, serían muy inferiores a los pocos Winchester que poseían los sioux, puesto que los segundos, tenían una carga de 13 cartuchos, mientras que las carabinas eran de carga y disparo.

La tarde del día 24, Custer ya había remontado más de 110 km y, negándose a que tanto hombres como caballos descansaran prosiguió la marcha con el fin de adentrarse en Little Big Horn lo antes posible; así, el amanecer del día 25, llegaron a Little Big Horn, y fue cuando se permitió un descanso a la compañía con vistas a adentrarse en el valle a lo largo del día 26. Pero los exploradores notificaron a Custer que un gran campamento indio estaba sentado 25 km valle adentro y que parecía que se estaba levantando para marcha hacia el sur. Custer no aguantó y ordenó a sus hombres ponerse en marcha, a pesar de las recomendaciones de sus exploradores indios de esperar refuerzos; y además, les mandó deshacerse de sus sables para tratar de sorprender a los indios, aunque esto restaba a sus hombres potencial en la lucha cuerpo a cuerpo frente a las lanzas, cuchillos y tomahawk nativos.

Custer dividió sus hombres en 3 grupos: Tres escuadrones, a las ordenes de Reno, atacarían desde el sudeste el campamento, otros 3, a las órdenes del comandante Benteen, marcharía al sur para cortar la marcha de los indios, y él, al frente de 5 escuadrones, atacaría desde el norte llegando desde las colinas. Además, un cuatro escuadrón, a las órdenes del comandante McDougall, se quedó en retaguardia con las reservas de munición.


(En la imagen, dibujo de la batalla)

Lo que no sabía Custer, era que Caballo Loco ya tenía conocimiento de los movimientos de los militares, y además, estimó el número de indios en no más de 1.500, cuando en realidad sobrepasaban los 3.500 guerreros.

Cuando Custer llegó a las colinas, vio un mar de tipis y ordenó mandar a Benteen, puesto que nada parecía indicar que los indios fueran a levantar el campamento, y tanto aquellos hombres como la munición iban a ser muy necesarios en la lucha.

Cuando el enlace de Custer salió en busca de Benteen, Reno había ya ordenado a sus hombres descabalgar y comenzar a tomar posiciones para el ataque, pero fueron fuertemente rechazados por los indios, que hicieron que los soldados tuvieran que replegarse sufriendo grandes bajas y teniendo que tomar posiciones defensivas en unas colinas cercanas. A los soldados se les unieron Benteen y sus hombres, pero pronto los 6 escuadrones se vieron rodeados por una gran masa de guerreros.


(En la imagen, dibujo de la batalla, Fuente: "manataka.org")

En el extremo norte, Custer comenzó su ataque, pero antes de que pudiera reaccionar, se vio rodeado por más de 1.500 guerreros, y además, la jugada maestra de Caballo Loco, que había ordenado a otros 1.500 indios que rodearan las colinas y cayeran sobre la retaguardia de Custer.

En menos de media jornada los más de 700 soldados norteamericanos habían muerto, incluyendo al propio Custer, y también todas las monturas, que habían sido muertas por los propios soldados para parapetarse tras los cuerpos de sus caballos. El único superviviente de las fuerzas, fue un caballo llamado Comanche. Los indios, por su parte, tuvieron en torno a 200 bajas. Caballo Loco había vencido; Toro Sentado, por su parte, no había participado en batalla, puesto que se había quedado en su tipi preparando medicinas para los heridos.


En la imagen, foto de Comanche, único superviviente)


Lo que hizo a Custer llevar a cabo esta irresponsabilidad, pues hay teorías que apuntan a que 10 días más tarde el partido Demócrata escogería a sus candidatos a la presidencia del país, y esa victoria sería un gran espaldarazo. Lo cierto, es que fue una de las humillantes derrotas del ejército norteamericano en una época oscura para el mismo dadas las matanzas que el pueblo indio sufría a sus manos, como la que el propio Custer había llevado a cabo años antes.

Por su parte, los indios sufrieron grandes derrotas en las batallas de la Horquilla de la Mujer Loca y en la del Monte del Lobo; y en cuanto a los líderes de aquella revuelta, Caballo Loco sería capturado y moriría de un disparo en la espalda cuando trataba de escapar, mientras que Toro Sentado logaría huir a Canadá con un grupo de sus fieles guerreros.

domingo, 28 de noviembre de 2010

LA BATALLA DE MARATÓN: LA PRIMERA GRAN VICTORIA DE LOS HOPLITAS

Micenas, Siglo XVI a. C., la civilización micénica se desarrolla en torno a una fortaleza en ese lugar. Al otro lado del Egeo, encontramos la civilización minoica o cretense, puesto que se encontraba asentada en la isla de Creta desde hacía 500 años.

La civilización micénica, era la de los aqueos, aquellos que liderarían la expedición griega para tomar la Ciudad de Troya 3 siglos más tarde e incluso acabaría tomando la propia isla de Creta. En ese tiempo, ya podemos encontrar grandes ciudades en Grecia: como Atenas, Esparta o Tebas. Un Siglo más tarde, los dorios invadirían Grecia, y esto provocaría que ésta se dividiera en las ciudades estados. Quién les diría a estas Civilizaciones que acabarían conformando una de las Culturas más ricas y determinantes de toda la Historia, y como no, que verían nacer a uno de los genios militares más grandes que ha habido: Alejandro Magno.

Nos encontramos por tanto a polis griegas que continuaron creciendo y desarrollándose. Por tanto, podemos hacer un pequeño avance en el tiempo, concretamente hasta el año 499 a.C., año en el que las polis griegas son un conglomerado de 3 culturas diferentes: la jonia, la doria y la eolia; y su influencia se extendían por toda la costa oeste del mar Egeo, donde también encontramos al Reino de Macedonia.


(En la imagen, mapa de la situación en torno al Mar Egeo; Fuente: "http://www.fliedner.es")

Pero en la costa norte del Egeo se encontraban los tracios y en la oriental, los jonios, y ambos ya pertenecían al gran poder que acechaba a las ciudades griegas. En la actual Irán, se estaba el centro del Imperio Persa, que se extendía por todo el Asia Menor, Mesopotamia e incluso había conquistado Babilonia. Para que os hagáis la idea, la extensión pues sería desde Israel hasta la zona norte de la India más o menos, aunque extendía su influencia por casi la totalidad de la Península Arábiga, en total 3 millones de kilómetros cuadrados. La capital del Imperio era Persépolis, y allí estaba el rey Darío I, y en su mente expansionista, siempre un objetivo: las polis griegas.

Darío I decidió aumentar los impuestos en todo su Imperio, y esto, enervó los ánimos del caudillo de la ciudad de Mileto, Aristágoras, que llamó a la sublevación frente al poder dominante persa; esta sublevación contó con el apoyo de Atenas que mandó una flota de apoyo. La rebelión tuvo éxito e incluso de trató de tomar Sardes, que era la capital imperial de esa región. No se hizo esperar el correctivo de Darío que además vio la excusa ideal para expandir los dominios de su Imperio más allá del Egeo y ser la base para la conquista de la Europa Occidental; por fin podría atacar a Grecia. Estallaba la Primera Guerra Médica


(En la imagen, escultura que representa al Rey Persa; Fuente: "http://www.uv.es")

En el año 492, comienza la respuesta persa: Mardonio, yerno de Darío, se pone en marcha con una gran flota a través del Egeo, el resultado: la reconquista de Tracia y convertir al Reino de Macedonia en un reino satélite de Persia. Pero cuando la flota ya se dirigía hacia Grecia, un temporal acabó con unos 300 barcos y matando a unos 20.000 soldados. Esto detuvo los planes persas por el momento, parón en el cual Darío aprovechó a mandar embajadores a las polis griegas para tratar de acercarlas a sus intereses. Lo que no contaba, es que 2 ciudades, iban a mostrar su desacuerdo matando a sus embajadores, las ciudades eran Atenas y Esparta.

En el verano de 490, Persia envía un nuevo ejército, al mando de Datis y Artafenes, y comienza su castigo a Grecia, primero arrasando la isla Naxos y después anexionando Eretria y esclavizando a sus ciudadanos. Atenas, por su parte, se preparaba para la guerra, mandando embajadores al resto de polis para formar un ejército que rechazara a los invasores, pero solo los platenses respondieron a la llamada a las armas. Por tanto, casi una ciudad, Atenas, se enfrentaba a la ira del mayor imperio conocido, y nunca antes un ejército de origen griego había vencido a un ejército persa.

En cuanto a las cifras… obviamente dado el momento histórico hay multitud de crónicas que daban cifras estimadas, pero muy pocas coinciden entre ellas, tanto para la flota persa como para los ejércitos. La mayor parte de fuentes dan unas cifras aproximadas de unos 600 barcos en la flota, tanto naves de guerra como transportes. Y en cuanto a los ejércitos, el persa estaba compuesto entre 60.000 y 100.000 efectivos incluída la marinería de la flota. Entre las tropas, más de 10.000 eran de caballería y un gran contingente de arqueros. Por el contrario, los atenienses, tenían unas fuerzas de en torno a 10.000 hoplitas, al frente de ellos, el líder militar de Atenas: Milciades.


(En la imagen, busto de Milciades; Fuente: "http://www.uv.es")

Entre las tropas persas, a destacar su formidable caballería pesada, reclutada en regiones como Armenia, que normalmente eran colocadas en el centro de la formación y eran las primeras en hostigar al enemigo con sus cargas. Frente a ésta y la gran superioridad numérica, los hoplitas griegos; una de las mejores tropas de la Antigüedad, formando las casi inexpugnables falanges, en las que cada soldado se protegía por su escudo y por el de su compañero. Cada hoplita portaba una armadura que pesaba en torno a 27 kilos, el soldado griego estaba en grandes condiciones físicas: el peso venía determinado por una coraza, protecciones para brazos y piernas y un casco con protecciones para las mejillas; todo ello de bronce. Además, portaba un gran escudo de casi un metro de diámetro, llamado aspis y que pesaba unos 8 kilos. En el escudo, cada soldado llevaba el símbolo de su familia y el equipamiento era dispar entre cada uno, puesto que debían comprárselo ellos mismos. En cuanto a sus armas, portaban una lanza de 2.7 metros de longitud, llamada doru; y una espada llamada xifos. El equipo completo del hoplita, se llamaba panoplia.


(En la imagen, dibujo de un hoplita con su panoplia)

Llegamos así a finales del verano del año 490 a.C. cuando los persas desembarcan en Maratón, 42 kilómetros al este de Atenas, ya que era una gran llanura y era el lugar propicio para que actuara la caballería pesada, y en la llanura una zona con peligrosos pantanos. El 11 de septiembre el ejército griego se asentó en una colina próxima a Maratón, esperando lo inevitable. Durante 6 días, los ejércitos estuvieron acampados uno frente a otro, a una distancia en torno al kilómetro y medio, y dicen las crónicas que el silencio de la noche era roto por los gritos de guerra de los hoplitas Ελελευ! Ελελευ!” (Eleleu, Eleleu). Y en el lado persa, un movimiento que será determinante para la batalla: Datis ordena embarcar a su contingente de caballería y poner rumbo por mar a Atenas, y perder la caballería era perder una importante ventaja sobre los griegos.

Llegó así el día del combate y los griegos formaron sus férreas falanges. En esta formación era determinante el orden y la disciplina, los capitanes se situaban tanto al fondo de la misma como en el centro, para mantener firmes a sus soldados. Como nota curiosa, entre los soldados griegos era frecuente que surgieran relaciones, por tanto, muchas veces, los amantes se situaban en las primeras filas de la falange, puesto que así, no tenían incentivos a romper la formación ya que estaban protegiendo a sus amados, que estaban en las filas posteriores. El frente persa se extendía más de 1 kilómero y medio, formado en varias líneas, ¿os lo imagináis?. Miliciades debía de tratar de estirar sus líneas para evitar ser envuelto, por tanto decidió formar 3 falanges de combate, la central, formada por hoplitas atenienses en su totalidad, al mando del propio Milciades y una a cada flanco, una de las cuales formada por los aliados platenses.


(En la imagen, dibujo de una falange de Hoplitas)


La falange central se enfrentaría a las tropas persas más fuertes, mientras que los flancos, reforzados para evitar ser envueltos, se enfrentarían a las tropas más débiles: el objetivo, aprovechar el ímpetu del ataque y la debilidad persa en esas zonas para ser el ejército griego el que les envolviera. Pero el avance no fue lo que los persas esperaban, Miliciades, conocedor de los peligrosos arqueros persas, ordena cargar a sus soldados, que tardaron 10 minutos en recorrer el kilómetro y medio de distancia cargando con sus pesados equipos de combate. El choque con la vanguardia persa fue violentísimo. Y en el choque de soldados, los persas sin su caballería no eran rivales para los griegos. La zona central parece que aguanta e incluso tomar la iniciativa en la batalla, pero los flancos, más débiles, comienzan a flaquear y rompen filas, además, en su huída, los hoplitas provocarían que huyeran hacia los pantanos, donde muchos soldados persas morirían ahogados.


(En la imagen, dibujo de un momento de la batalla)

Mientras, como os dije, la zona central griega parecía ceder terreno, lo que hizo que Milciades llamara a las tropas que perseguían a los persas para que reforzaran a sus compañeros. Gracias a esto, los griegos pusieron en fuga también a las tropas de élite de Datis, que ordenó retirarse a los barcos. Los atenienses les persiguieron y dieron muerte a muchos en la orilla, llegando incluso a destruir varios barcos, pero no evitaron que la mayoría de la flota zarpara. La idea que Datis tenía en mente era llegar con la flota a las puertas de la propia Atenas. Ante esto y el temor de que la ciudad se rindiera al ver llegar los barcos, el general ateniense envió al corredor más rápido de su ejército, Filipides, para avisar de la victoria a la ciudad.

Filipides recorrió los 42 km en un tiempo de en torno a 2 horas, y moriría exhausto tras dar la noticia de la victoria. Entonces fue cuando ocurrió el otro hecho determinante de esta guerra, puesto que la flota persa ya estaba cerca de la bahía de Palearon y el ejército ateniense aún estaba en el camino de vuelta. Por tanto, se decidió que todo hombre, mujer, niño, se situara tanto en la muralla como en las ventanas de la ciudad. Cuando Datis vio la ciudad desde sus barcos, parecía fuertemente defendida, por lo que incluso rehusó de tomar tierra y se retiró a territorios persas. Atenas había vencido, perdiendo solo a 190 hoplitas. El ejército de Darío, tuvo unas pérdidas en torno a 6.000 soldados.


(En la imagen, escultura que representa la llega de Filípides a Atenas; Fuente: "http://www.lacomarcadepuertollano.com")

Años más tarde, Jerjes II, hijo de Darío I, trataría de hacer lo que su padre no logró, pero esta vez, a quien se encontró fue al gran Rey Leónidas de Esparta en el Paso de las Termópilas, aunque ya habrá tiempo para hablar de esa historia.

lunes, 8 de noviembre de 2010

CRÉCY: LA PRIMERA GRAN BATALLA DE LA GUERRA DE LOS 100 AÑOS.

Durante 116 años, ingleses y franceses se vieron sumergidos en la guerra más larga que el mundo ha conocido, la conocida como Guerra de los Cien Años. Desde 1336 hasta 1453, ingleses y franceses dirimieron sus disputas a base de espada, a base de flecha, a base de muerte.

En este tiempo, acontecieron grandes batallas y como no, también hubo lugar para esos personajes que dejan su huella en la historia, como la Doncella de Orleáns, Juana de Arco. Pero el fin de esta entrada es hablar de la primera gran batalla acontecida durante la guerra. El 26 de Agosto de 1343, entre los pueblos de Crécy y Wadicourt, los ingleses obtuvieron una victoria que desencadenarían una serie de sucesos, que acabarían con la captura del propio rey Felipe VI de Francia.

Los motivos del comienzo de esta guerra, pues básicamente fueron por problemas relacionados con la herencia del trono francés. Curiosamente, la manera de llegar a esta situación tuvo su comienzo en 1314, en un ajusticiamiento en la hoguera, concretamente, la del que era el Gran Maestre de la Orden del Temple: Jacques de Molay; y es que, quién decidió acabar con la Orden y lo mandó matar fue el Rey Felipe IV “el Hermoso”, que pertenecía a la Dinastía Capeto, pues bien, en plena hoguera, de Molay, maldijo al propio rey y su dinastía, profetizando su extinción y olvido. Casualidad o no, Felipe IV moriría ese mismo año. El reino pasaría por sus 3 hijos que murieron a medida que iban cogiendo el trono y sin dejar descendencia alguna, y así, solamente 14 años después de la maldición templaria * (ver nota al final de la entrada), la dinastía Capeto se veía abocada a su fin.


(en la imagen, dibujo que representa la maldición de De Molay; Fuente: "www.zzona.com")

Con los 3 hijos varones muertos, las miradas recaían sobre la hija de Felipe IV, Isabel, que era la madre de Eduardo III de Inglaterra, y que a pesar de sus 16 años, reclamó el trono de Francia para su madre pasando a ser él el heredero. Los franceses se negaron a esto y convocaron la Ley Sálica (la corona no podría heredarse por vía femenina), por lo que nombraron rey al hermano pequeño de Felipe IV: Carlos de Valois, quién ya había fallecido, pasando por tanto la corona, de manera definitiva, al hijo de éste: Felipe de Valois, quién sería Felipe VI. Era el año 1328.

La tensión entre los 2 monarcas era ya palpable: el rey inglés acogía a nobles desafectos al rey francés y éste respondía con acciones militares cerca de las 2 regiones que Inglaterra mantenía en el norte de Francia (Gascuña y Aquitania). Todo culminó en 1336: Roberto de Artois, cuñado de Felipe VI, se refugiaba en Inglaterra, y en respuesta, Francia tomó Gascuña. La guerra había comenzado.


(En la imagen, Eduardo III de Inglaterra; Fuente: "www.lacoctelera.com")

Bien es cierto que Crécy fue el primer gran choque terrestre de ambos ejércitos, pero en el verano de 1340, se dio la primera gran batalla naval, en la que el propio rey inglés comandó su flota. El lugar elegido, entre Flandes y la costa holandesa: la bahía de L’Écluse (en castellano, Sluys). Para la invasión, Eduardo había reunido una flota de unos 200 barcos ingleses, a los que posteriormente se les unirían 50 naves provenientes de Flandes. Por otro lado, la flota francesa era de un tamaño similar, y a su mando estaba el Almirante Hugo Quiéret, asistido por el Tesorero Real, Nicolás Behucet. Además, parte de la flota eran naves genovesas al mando del corsario Barbanegra.

El 23 de junio de 1340, una patrulla de exploración divisó la flota francesa en la Bahía de Sluys, además, el buque insignia, la nave Christopher, había sido arrebatada a los ingleses años antes. Todo ello llevó a Eduardo a lanzar a sus naves al ataque, puesto que todos los barcos franceses estaban en un lugar de poca maniobrabilidad y nada parecía mostrar que esperaran el ataque inglés. Fuentes dicen que el propio Barbanegra aconsejó salir a alta mar, pero que Quiéret prefirió mantener la posición, tal vez porque ese era el camino que unía Brujas con París.

Así pues, la mañana del 24 los ingleses entran en la bahía formando dos líneas de batalla: la vanguardia, a cuya cabeza iba la propia nave del rey, atacó a la vanguardia francesa, y la nave de Eduardo se dirigió hacia la Christopher con la idea de abordarla y recuperarla. Los franceses, también dispuestos en 2 líneas, trataron de dividir su segunda línea de barcos para rodear a los ingleses, pero era difícil aquel movimiento en aquel lugar. Eduardo logró tomar la Christopher y esto no hizo más que aumentar el ánimo inglés, cuyos arqueros de tiro largo estaban ya haciendo estragos subidos a los mástiles y a las velas de los barcos. La victoria inglesa fue aplastante, se calcula que Francia perdió en torno a 20.000 soldados aquel día. Ya al final del mismo, Behucet fue ahorcado, mientras que Quéuret, murió en batalla. Barbanegra logró escapar a mar abierto y seguiría siendo corsario durante más años.


(En la imagen, pintura de la batalla de Sluys; Fuente: "efemeridesnavales.blogspot" )

Gracias a esta batalla, Inglaterra logró asentar su poder en el Canal durante unos años y tener vía libre en el norte de Francia, lugar en el que empezarían a dar escaramuzas, sobre todo en la región de Aquitania.

Llegamos al año 1346, concretamente, el 12 de julio, Eduardo desembarcaba en Normandía al mando de 10.000 soldados, y como no, varios miles de esos soldados eran los mortales arqueros de tiro largo ingleses, los yeomen.

Pero, ¿quiénes eran los yeomen? Para empezar, eran soldados profesionales, no luchaban por una relación de vasallos hacia su rey; sino que eran soldados con paga (6 peniques diarios), que tenían entrenamientos regulares y con material suministrado por la propia corona. El arquero solía llevar una casaca de cuero y un casco del mismo material, pero con protecciones de metal. Además, se le daba una manta para protegerse del frío y la lluvia. En cuanto a los arcos, eran arcos muy flexibles, de olmo normalmente y con una longitud de 1.80 metros. Un arquero diestro, podía llegar a disparar 10 flechas por minuto, haciendo blancos a una distancia en torno a 250 metros. En sus carcaj, llevaba unas 48 flechas, e incluso unas especiales, llamadas broadheads, especiales para disparar a los caballos, pero que podían ser extraídas sin causar desgarros al animal. Realmente eran una tropa formidable.


(En la imagen, varios tipos de flechas; Fuente: "www.arcoyflecha.cl")

Por tanto, nos encontramos al ejército ingles, pero aislado en tierra enemiga. En esta situación, Eduardo decidió marchar por el territorio francés hacia Flandes, que era fiel a Inglaterra, el motivo fue que tuvo conocimiento de que el ejército francés ya estaba armado y marchaba a su encuentro. Tras vadear el río Somme gracias a la ayuda de un campesino que, a cambio de una bolsa de oro, le dijo por donde hacerlo, el día 26, Eduardo decidió establecer a sus fuerzas 16 km al norte, en una colina entre los pueblos de Crécy y Wadicourt, ya que sabía que la clave de la victoria sería tratar de sacar el mayor provecho a sus arqueros.

El frente de la línea inglesa, estaba compuesto por 3 zonas: los flancos contaban con 800 y 1.800 infantes, con 700 más en el centro, entre los cuales, se encontraba el propio Eduardo. Los arqueros estaban situados en los extremos de la línea, 1.000 arqueros en cada extremo, y tras el flanco central, donde había concentrados 2.000. Además, las 2 formaciones externas estaban parapetadas tras una suerte de obstáculos para evitar las cargas de la caballería, como eran hoyos, trampas y también estacas, que estaban dispuestas tal que se formara un embudo hacia la infantería, pero hasta llegar a ésta, los franceses estuvieran dispuestos a la continua lluvia de flechas desde los costados. Además, se dio la orden de que todos los soldados ingleses combatieran aquel día a pie.


(en la imagen, dibujo de Eduardo, y su hijo, también llamado Eduardo en los prolegómenos de la batalla; Fuente: "nashfordpublishing.co.uk")

Esa misma tarde, un vigía apostado en un molino en la cima, dio la voz de alarma, el ejército francés se acercaba. Hay fuentes que hablan de incluso 40.000 soldados, otras, dicen que contaba con 12.000 efectivos y otras nos dicen que no mas de 20.000. Pero la mayoría de fuentes que he consultado, hablan de unos 30.000 soldados componían en ejército francés; como no, al frente, la fuerza de élite, los caballeros franceses, la temida caballería pesada: en torno a 10.000 jinetes y también unos 6.000 ballesteros genoveses.

La idea de Felipe, era organizar sus líneas, un plan de ataque y entablar batalla al amanecer del día siguiente; pero sus hombres querían luchar, y los caballeros estaban muy ansiosos de entrar en combate.

Sin apenas organizar sus líneas y siendo ya hostigados por los arqueros ingleses, los franceses resuelven atacar las líneas inglesas; la primera tentativa correría a cargo de los ballesteros, pero éste fue uno de los mayores errores franceses, puesto que los ballesteros necesitaban de un escudero que les cubriera mientras recargaban sus armas, pero el ímpetu de entrar en combate hizo que lo hicieran sin que los escuderos estuvieran presentes en el campo de batalla. Los ballesteros comenzaron pues a disparar sus dardos a los soldados de Eduardo, pero los arqueros ingleses eran muy buenos y certeros, y no sin bajas, pero si con eficacia, lograron deshacer las líneas de ballesteros y hacer que dejaran de ser un peligro. Mientras, los caballeros franceses, ya organizados, hacían una primera tentativa de carga contra las posiciones defensivas inglesas, pero los arqueros ya tenían vía libre para hacer blanco contra ellos. Lluvias de flechas caían continuamente sobre hombres y caballos, que se encabritaban, se volvían sobre sí mismos o caían muertos. E aquí el 2º gran error francés, y es que las cargas se hacían en un camino sin retorno, ya que, por detrás, nuevas líneas de caballeros se lanzaban también a la carga, llevándose incluso por delante a infantes, a los ballesteros que se batían en retirada o a otros caballeros heridos. A la noche, los franceses, hacían su decimoquinta y la que sería última carga, pero también infructuosa. Fue una masacre. Los ingleses habían disparado más de 72.000 flechas aquel día.


(En la imagen, dibujo de un arquero inglés; Fuente: "kingwolf-fabulasrelatosyhistorias.blogspot.com" )

10.000 soldados franceses muertos, muchos muertos por la propia acción de sus compañeros; 1.500 caballeros muertos, entre los que había condes, nobles e incluso Juan de Luxemburgo, rey de Bohemia. Por el lado inglés, unas 1.500 bajas. Y como no, en esta batalla, también hubo momentos para la gloria. El hijo mayor de Eduardo, Eduardo de Woodstock, con solo 16 años, se vio acorralado con varios miembros de su escolta, y ante esta situación, su propio padre rehusó de ayudarles, puesto que su hijo “debía de ganarse sus espuelas de caballero”, aún así, los ingleses salieron airosos del envite y el príncipe daría futuras buenas victorias a su país. Por cierto, que gustaba de llevar una armadura negra para distinguirse de sus tropas y así infundir moral entre los suyos; de ahí su apelativo del “príncipe negro”.

Antes de fin de año, el príncipe Eduardo obtendría otra importante victoria cerca de Poitiers, pero ese será tema para contar otro día.

(*) omití el nombre de los hijos de Felipe IV por no hacer demasiado pesado el hecho de contar la línea sucesoria, pero si a alguien le interesa sería el siguiente: Felipe IV muere y hereda el trono su hijo mayor Luis X, éste murió a los pocos meses, y el trono pasó a su hijo recién nacido Juan I, que murió siendo infante. Cogió el trono el 2º hijo de Felipe IV: Felipe V, que murió a los pocos meses sin descendencia masculina; por tanto, el trono pasó a su hermano pequeño Carlos IV que falleció en 1328 también sin descendencia masculina.

martes, 5 de octubre de 2010

EL MISTERIO DE LA ISLA DEL ROBLE

Oak Island, en Nueva Escocia, en la costa este de Canadá, una isla que ya era usada por los piratas anglosajones del siglo XVIII para enterrar sus tesoros, sigue siendo a día de hoy uno de los lugares más enigmáticos y misteriosos que podemos encontrarnos; y este misterio tiene un comienzo: el verano de 1795, cuando 3 jóvenes llamados John Smith, Daniel McGinnis y Anthony Vaugan decidieron investigar la isla y encontraron un Pozo, que recibiría el nombre del Pozo del Dinero.


(En la imagen, dibujo de la isla; Fuente: "fratertempli.blogspot.com")

Nos situamos pues, en un día de verano que estos 3 chicos se deciden a investigar la isla, y encuentran junto a un árbol un círculo de tierra que les llama la atención, parecía que estaba removido, por lo que se deciden cavar en él. Cuando llevaban unos 80 cm de tierra excavada, encuentran una capa de losas de piedra, la cual retiran y siguen excavando, observando mientras lo hacen que se encuentran en una especie de pozo con paredes de arcilla; pues bien, siguen cavando hasta que llegan a unos 3 metros de profundidad, pero lo que encuentran ahora es una capa formada por troncos de roble que logran salvar con más o menos fortuna, pero pueden continuar en su empeño, con la casualidad que a otros 3 metros más profundos, vuelven a encontrarse con otra capa de troncos, por lo que deciden parar puesto que se veían incapaces de lograr algo con sus herramientas; disimulan su obra como buenamente puede y ahí queda la cosa.

Pasa el tiempo, y 9 años más tarde los 3 amigos vuelven a la isla con la idea de desentrañar aquel misterio, y esta vez cuentan con el apoyo de Simeón Lins, que les apoya con dinero y maquinaria, es la expedición Onslow.


(En la imagen, entrada actual al pozo; Fuente "bitacora.ricardomartin.info")

Recordemos que nos encontramos a unos 6 metros de profundidad. Para sorpresa, 3 metros más profundos de su última parada, había otra capa de troncos, la cual logran salvar, para, de nuevo a los 3 metros, volver a encontrar otra capa, y así sucesivamente hasta los 27 metros de profundidad. Las capas de troncos estaban reforzadas con arcillas, con fibra de coco (como diría un conocido investigador… Coco, ¡en Canadá!, es algo muy llamativo, ¿no creéis?), y los sedimentos entre las distintas capas eran diferentes: carbón vegetal, arcilla, arena… Total, que a los 27 metros se encuentran con una losa de pórfido con extraños símbolos que fueron incapaces de descifrar, el pórfido es un mineral que no hay en América, por tanto, el autor del pozo tuvo que traer el material de algún lugar ajeno a la isla; tal vez todo aquello era demasiada preparación para ser un escondite de un simple botín pirata… En cuanto a lo que la losa decía, un profesor de lenguas antiguas llamado Barry Fell, con una serie de conversiones y adaptaciones, lo tradujo como “trece metros más abajo están enterrados dos millones de libras”, lo símbolos… hay diferentes teorías, desde un lenguaje copto mediterráneo hasta posibles símbolos de origen touareg.

No obstante, nada para a los expedicionarios y logran traspasar la losa, pero a los 33 metros, justo cuando se llegaba a una nueva capa, nada más tocarla y sin darles tiempo a ver cual era aquel nuevo material, el pozo se inundó de agua de mar. Al día siguiente, trataron de drenar el pozo con una bomba, pero ésta no dejaba de sacar agua, por lo que llegaron a la conclusión de que había canalizaciones que comunicaban directamente con el océano. Además, esta agua anegaba pozos que se hicieran paralelos al principal (como se intentó), y si a ello unimos que la isla es un pequeño monte y que el pozo está en una de las laderas tal que puede evitar corridas de tierra, barros, nieves. Cabe preguntarse ¿quién hizo esta obra de ingeniería?


(En la imagen, foto de la réplica de la losa encontrada a los 27 metros, la original se perdió; Fuente: "grupos.emagister.com")

Se trató en diferentes excavaciones el llegar a salvar la anegación, pero resultó imposible; si que se llegaron a sacar mediante maquinaria trozos de pergaminos e incluso de joyas, pero no se pudo seguir trabajando y cavando en el propio pozo. Hasta que en 1972, se sumergió una cámara submarina que filmó 3 cofres y lo que parecía ser un cadáver junto a una mano cortada, pero ésta con partes intactas, no obstante, la suciedad y los sedimentos impidieron verlo con claridad. La profundidad de los cofres y la mano: 63 metros.

Pero no sólo ese misterio encierra la isla, por un lado, 50 años antes del descubrimiento hecho por los jóvenes, un general francés aseguraba que la disposición de los árboles del bosque que poblaba la isla, no obedecía a un orden natural, sino que los robles seguían un estilo que, hasta ese momento, sólo se encontraba en un lugar, en los jardines del Palacio de Versalles, pero es que se calculaba, que entonces, ¡los robles más jóvenes tenían en torno a 200 años! Ya hacía más de 200 años que alguien había “preparado la isla”.

Otro dato a tener en cuenta, Oak Island es uno de los lugares más investigados sobre posible presencia europea en el continente americano antes que Colón, concretamente, en los últimos años del siglo XIV y primeros del Siglo XV; exploraciones que llevaron a cabo los reyes de las islas Orcadas (de ascendencia normanda, coincidiendo con la de Eric el Rojo, que se le vincula con una posible llegada a América); una de las dinastías de estos reyes, la de los Sinclair, (que fue un peso importante para el asentamiento de los templarios en Escocia tras su desaparición en Francia), pudo llevar a cabo expediciones hacia este punto, incluso hubo documentos que llegaban a atestiguar que se construyó un fondeadero en esta isla y otro, poco más abajo, en Cabo Bretón.

Pues bien, en un reciente descubrimiento, hace 15 años solamente, se ha descubierto en una de las costas de la isla el fondeadero de un muelle con inscripciones latinas, pero es que además, en el muelle de Cabo Bretón, se encontraron restos de una culebrina italiana del Siglo XIV… y si con esto no fuera suficiente, en Rosslyn (Escocia), hay una capilla del S XIV, en la que hay talladas mazorcas de maíz, que en Europa supuestamente no se conocía hasta después de los viajes de Colón.


(En la foto, detalle de las mazorcas de maíz en la Capilla Rosslyn; Fuente: "viajesescocia.es")

Sobre lo que puede encerrar el inalcanzable cofre… una vez desechada la idea del tesoro pirata o de cualquier otro galeón, se le ha llegado a atribuir incluso que sea un tesoro templario relacionado con el Santo Grial. Yo, personalmente, tuve la suerte de preguntarle a uno de los investigadores más importantes de España, Jesús Callejo, sobre lo que él pensaba que había, y sorprendentemente, me dijo que no creía que hubiera nada realmente valioso, pero claro… ambos nos miramos y nos dijimos: “Pero realmente ¿quién lo sabe?”.

viernes, 17 de septiembre de 2010

LA 3ª CRUZADA, LA CRUZADA DE LOS REYES.

1187, Salah ad-Din Yusuf, más conocido por Saladino, Sultán de Siria y Egipto, conquistaba la ciudad Santa de Jerusalén, y aunque cumplió su palabra de liberar al rey de la ciudad tomada, Guy de Lusignan, era algo que desde la cristiandad no podía permitirse: Tierra Santa debía volver a estar en manos cristianas. Por ello, el Papa Clemente III llamó a la 3ª Cruzada, se debía recuperar Jerusalén, la ciudad donde estaban los restos de la Verdadera Cruz.



(En la imagen, pintura de Saladino; Fuente: "www.diariodeamerica.com")

A la llamada del Papa, respondió el Emperador del Sacro Imperio Romano, Federico Barbarroja, que moriría camino de Tierra Santa, y los reyes de Francia e Inglaterra: Felipe Augusto y Ricardo Corazón de León, quienes estaban en guerra entre ellos, pero se apresuraron a firmar la paz para combatir juntos a los musulmanes; por ello, porque se unieron los 3 principales líderes europeos, fue llamada Cruzada de los Reyes. Así, el 4 de julio de 1190 ambos partían juntos, y aunque Ricardo llegó a Palestina a principios del verano de 1191, Felipe Augusto había llegado 7 semanas antes. El motivo del retraso, fue la conquista de Mesina y Chipre por parte del rey inglés.


(En la imagen, dibujo del Rey Ricardo marchando al frente de su ejército; Fuente: "http://media.photobucket.com)

Así, llegamos al momento en el que ambos reyes asediaron San Juan de Acre y lograron tomar la ciudad el 12 de julio de 1191. Los términos de la rendición de los sitiados eran sencillos: la devolución de los restos de la Vera Cruz, un pago de rescate a Francia y la liberación de 1.500 cristianos capturados. Además, en San Juan de Acre se discutieron los términos sobre como sería el reinado sobre Jerusalén al finalizar la Cruzada. El motivo era que Enrique pretendía que Guy de Lusignan retomara la corona, puesto que pertenecía a una familia vasalla de Inglaterra; mientras que Felipe pretendía que fuera su primo, Conrado de Montferrat. Lo que se resolvió fuera que primero reinara Guy y luego le sucediera Conrado. Curiosamente, ninguno reinaría en Jerusalén, puesto que Guy acabaría siendo rey de Chipre y Conrado, asesinado.

En este punto, llegamos a uno de los momentos más oscuros y menos loables en un rey. Primero hay que decir que Felipe había abandonado Palestina por problemas de salud y que las negociaciones con Saladino estaban en punto muerto, por lo que Ricardo, preparado para llevar a cabo la toma de Jerusalén, decidió pasar a cuchillo a los casi 3.000 prisioneros hechos en San Juan de Acre, incluidos mujeres y niños.

Así, el 22 de agosto, Ricardo partió hacia el sur, dirección de Jaffa, al mando de 14.000 soldados, entre los que se encontraban la flor y nata de los ejércitos europeos, y como no, junto a ellos, los monjes guerreros: los caballeros hospitalarios y templarios. Los hospitalarios llevaban una capa negra con una cruz bordada en blanco, mientras que los templarios llevaban una capa blanca con capucha, que la cambiaban por una capa blanca con una cruz roja en combate.


(En la imagen, pintura que representa a los caballeros hospitalarios y templarios; Fuente: "http://www.google-earth.es")

La marcha fue dura para Ricardo y sus hombres, las armaduras hacían que el calor se multiplicara en el cuerpo de los soldados europeos, y además, eran continuamente hostigados por los soldados musulmanes, que ya estaban en su persecución; tanto fue, que el 5 de septiembre Ricardo pidió una tregua, pero Saladino no se la concedió.

Llegamos al día 7, y los 2 líderes sabían que la confrontación era ya inevitable. El lugar elegido fue cerca de Arsuf, una llanura de unos 3 Km, con el mar a un lado y un bosque al otro.

Ricardo mandó marchar a su caravana de intendencia, y la dispuso tras sus líneas, justo al lado del mar. Dando la espalda a éste, una línea de infantería y arqueros; con su gran fuerza de choque, los caballeros, al frente. La línea era diversa: jinetes flamencos, teutones, ingleses, franceses… llegados de toda Europa; los caballeros hospitalarios se encontraban en un flanco, y los templarios, en el otro. El rey ocupaba el lugar central de la línea.

La batalla en sí, no fue grandiosa, pero sí muestra que muchas veces, la paciencia, la disciplina y la experiencia son los mejores aliados en el campo de batalla. Las condiciones eran claramente desfavorables a Ricardo, no tanto por ser menos efectivos, pero sí por luchar en terreno ajeno, en situación desfavorable y con unas condiciones totalmente adversas; así que el rey inglés sabía que iba a tener que jugárselo todo a una carta, pero para que la jugara fuera buena y decisiva, nadie podía hacer ningún movimiento hasta que él diera la orden.


(En la imagen, dibujo de la línea cristiana)

Comenzó el hostigamiento musulmán a los caballeros cristianos. Los sarracenos salían del bosque y lanzaban flechas, lanzas, hacían cargas ligeras contra los cristianos, que debían de recomponer filas constantemente. El motivo era que Saladino quería que los cristianos rompieran filas, y una vez desorganizados, acabar con ellos ayudándose de la caballería ligera y los arqueros. Hay constancia incluso, que el propio capitán de los hospitalarios, pidió permiso al rey para poder hacer una carga, pero Ricardo negó la orden. Las tentativas musulmanas eran en vano y cada vez debían arriesgarse más en sus acometidas; justo lo que esparaba Ricardo.

Llegamos al momento más importante: una acometida musulmana, concretamente, la propia caballería ligera carga contra el flanco derecho cristiano, y 2 caballeros rompen las filas… justo en ese momento, suenan las trompetas cristianas, el rey inglés había dado la orden, y una carga de caballeros acorazados salió frente a las líneas musulmanas, una carga brutal, impactante, tal que sólo basto esa carga para decidir la batalla. Los musulmanes trataban de oponer resistencia, pero fue en vano, la caballería ligera poco tenía que hacer frente a la pesada, y los infantes sarracenos que no fueron arrollados por el ímpetu de aquel ataque, fueron presa de los soldados a pie cristianos.

Tras esto, Ricardo conquistaría Jaffa, que un año más tarde sería de nuevo recuperada por Saladino, lo que obligaría a Ricardo a reconquistarla en agosto de 1192. Y en octubre, ambos reyes firmarían la paz, en este Tratado, Saladino se comprometió a permitir paso a los peregrinos cristianos hacia Jerusalén, que continuaría en manos musulmanas.

El fin de los monarcas… pues todos lo sabemos, Ricardo fue hecho prisionero a su vuelta a Inglaterra, en Austria, pero sería rescatado (previo pago de un cuantioso rescate claro) y moriría en el asedio a la ciudad francesa de Lemosin en 1199, como pudimos ver en la película de Robin Hood.

Saladino por su parte moriría enfermo un año después de firmar la paz con los cristianos, en 1193; pero ya habrá tiempo para hablar de él...

martes, 31 de agosto de 2010

JAIME I, REY DE ARAGÓN; REY Y CONQUISTADOR DE VALENCIA Y BALEARES.

Hace días, os conté como Guillermo, apodado “el Conquistador” llegó al trono de Inglaterra, pero él, no sería el único Rey con ese sobrenombre, puesto que en España, cuando aún ésta era un grupo de reinos cristianos y musulmanes, también tuvimos nuestro particular conquistador, quien tomaría el Reino de Valencia, el Reino de Baleares y quien sería un personaje importante en la historia de Cataluña y también de Aragón. Hoy os presento a Jaime I, también apodado… “el Conquistador”.



(En la imagen; dibujo de Jaime I; Fuente "http://i206.photobucket.com")

En primer lugar, deberíamos de situarnos en la Península Ibérica: En el año 1031, la dinastía Omeya, que era la dominante en el Califato de Córdoba, había sido derrocada, por lo que el Califato se había dividido en los Reinos de Taifas, que tendrían 3 fases: los primeros reinos taifas, correspondientes a ese año; los segundos, a mediados del Siglo XII y los Terceros, a principios del S XIII

Pues bien, situémonos en los Segundos y Terceros Reinos Taifas, que coincidieron con la invasión almohade, que era una nueva corriente de pensamiento en cuanto al Corán. Nos encontramos con reinos importantes en lugares como Mallorca, Valencia, Málaga, Murcia, Granada o Almería. Centrémonos pues en este punto, puesto que el punto de inflexión entre los Segundos y los Terceros lo marcaría la conquista del Reino de Valencia por parte de nuestro protagonista.

Por su parte, los reinos cristianos eran principalmente 4: el reino de León (que aglutinaba los reinos de Portugal, Galicia y Asturias) el reino de Castilla, el reino de Navarra, el reino de Aragón y dentro de éste, el condado de Barcelona.


(En la imagen, dibujo de la situación de la Península; Fuente "http://www.esacademic.com")

Pues bien, hecha esta pequeña introducción, tenemos que en el Reino de Aragón reinaba Pedro II, casado con María de Montpellier, boda cuyo único aliciente, se decía que era la gran fortuna de María. Debido a esto, había un problema, y es que en esa unión no había amor. Los reyes no dormían juntos, no tenían relaciones y por lo tanto, el esperado heredero parecía que no llegaría nunca, lo que preocupaba a la nobleza del reino.

Así, llegamos al año 1207, y en este año, ocurre algo que marcaría este matrimonio. El miedo a que ese heredero no llegara nunca, hizo que se ideáse un plan, y éste se llevó a cabo, y en él, estarían implicados: nobleza, servidumbre, iglesia y hasta la propia María.

El hecho de que Pedro y María no tuvieran relaciones, propiciaba que Pedro tuviera muchas amantes; así, una noche Pedro fue llevado a una alcoba, se supone que al encuentro de una de esas amantes. La alcoba estaba a oscuras, y en ella, había una cama y sobre la cama un bulto que se suponía era la amante, a quien Pedro tomó e hicieron el amor toda la noche. Ya con las primeras luces del alba, una procesión entró en la habitación: nobles, sirvientes, religiosos… todos implorando perdón al rey, que se mostraba estupefacto, pero más se mostraría cuando descubrió que quién había estado con él durante toda la noche había sido su esposa María de Montpellier. Sería la única noche que ambos pasaron juntos y el futuro del Reino de Aragón dependía de que en esa unión, se hubiera engendrado al futuro heredero.

La suerte sonrió al reino y la reina quedó embarazada. En 1208, nacería su hijo, y su nombre, se decidiría de una manera tanto peculiar: María encendió 12 cirios, cada uno con el nombre de uno de los apóstoles de Cristo, y el último en apagarse, sería aquel que daría nombre a su hijo; y el último, fue Santiago, y Santiago, es Jaime, por lo que el heredero sería Jaime: Jaime I de Aragón.

La niñez del infante fue dura, puesto que su padre, no quiso saber nada de él ni de su madre, por lo que fue ésta, la que se ocupó de su educación. Pero la fatalidad llegó pronto, cuando Jaime sólo tenía 3 años, María de Montpellier falleció; por lo que su educación pasaría a ser cargo de Simón de Montfort, que era un noble francés. Curiosamente, Pedro, moriría comandando su ejército frente a los cruzados del propio Simón de Montfort en la batalla de Muret. Ésto ocurrió en el año 1213.


(en la imagen, retrato de Simón de Monfort; Fuente "http://www.espinoso.org")

Por tanto, al no haber rey, los nobles aragoneses reclamaron al pequeño infante, que a su vuelta a su reino, sería recluido en la fortaleza de Monfort, su educación a partir de ahora correría a cargo de los caballeros templarios, cuando éstos estaban en el Siglo de su auge; esto marcaría de manera muy importante al pequeño Jaime.

Y así creció el pequeño, aprendiendo a combatir, a gestionar su reino, en definitiva, curtiendo su carácter de futuro rey; y para muestra, en 1220, con tan solo 12 años, encabezó ya sus tropas contra el señor de Montcada, y ese mismo año, se casaría con Leonor de Castilla. En 1224, incluso fue hecho preso en Zaragoza por nobles desafectos, pero logró escapar volviendo a tomar la regencia de su reino.

Aunque la población era escasa y Jaime nunca podría contar con ejércitos numerosos, si podía contar con uno de los mejores cuerpos de infantería, aquellos que se hacían llamar los almogávares, los que luchaban al grito de “desperta ferro” cuando desenvainaban sus espadas, y a buena fe, que darían grandes victorias a su rey.


(En la imagen, dibujo de un soldado almogávar)

Ya en 1229 Jaime se fija un objetivo: quiere conquistar Baleares, y con 155 barcos y en torno a 15.000 soldados desembarca en Mallorca, sitiando la ciudad ese mismo año. Y Jaime se mostraría implacable, y mandaría asaltar y arrasar a los musulmanes de la ciudad, cuando vio atónito como el cabecilla local crucificaba en las murallas a soldados cristianos capturados. En 1231, capturaría Menorca, y en 1235, Ibiza. Se había culminado la conquista de Baleares.

Pero en 1232, Jaime comenzó también la conquista del Reino de Valencia, que duraría 13 años. Tomando ciudades como Morella, Burriana, Peñíscola, Sagunto, posteriormente Alcira, que sería definitiva por estar en ella el único puente sobre el Júcar, culminando la conquista con la toma de Valencia en 1238.


(En la imagen, Castillo de Sagunto; Fuente: "http://www.masruralmascultura.com")

Jaime estaba su apogeo como rey, y aunque su matrimonio con Leonor había acabado, volvió a encontrar el amor con Violante, que era princesa de Hungría, con quien tuvo 2 hijos y una hija. Sus hijos: Pedro, que llegaría a ser el rey de Aragón, Valencia y Cataluña; y Jaime que, por su parte, se quedaría con Baleares, el Rosellón y la Cerdaña y la ciudad de Montpellier. En 1244, Jaime El Conquistador firmaría con el infante de Castilla los tratados de Almizra, según los cuales Alicante y Murcia pasarían a formar parte del reino de Castilla; pues bien, su hija, que también se llamaba Violante, se enamoraría y se casaría con ese infante castellano llamado Alfonso, y que sería más tarde conocido como Alfonso X “El Sabio” rey de Castilla.

Cabe destacar, que Jaime tuvo que intervenir militarmente en Murcia en el año 1266 para evitar un levantamiento musulmán, lo que propiciaría de manera definitiva que esta parte del reino, ya castellano, fuera poblada por habitantes cristianos de una manera definitiva.

El hecho de que Jaime tuviera que repoblar los territorios que conquistaba, lo llevó a cabo mediante el sistema de jobadas: esto es que las tierras que se darían a cada familia dependía de la cantidad de tierra que 2 bueyes pudieran arar durante tantos días como miembros tenía la familia. Y también como nota anecdótica, hay quien atribuye al rey, el origen de la palabra “caray” puesto que, estando sitiado en Valencia, tuvo el antojo de comerse una tortilla de ajos tiernos. Cuando los sirvientes salieron de las murallas para recoger los ajos, fueron asesinados por los sitiadores, volviendo sólo uno y con sólo un ajo, a lo que el rey, cuando lo vió, solo pudo expresar… “car all” (caro ajo).

Finalmente, murió en Alcira, Valencia, en 1276, pero antes de morir, trató de llevar a cabo 2 cruzadas, en 1269 y 1274. También dictaría sus crónicas en catalán, impulsando éste, el nombre de estas crónicas es “Llibre dels fets” (“Libro de los Hechos”); también impulsó el derecho, dio importancia a las Cortes y a los Ayuntamientos y creo monedas para los reinos valencianos y mallorquín, y siempre tuvo en mente la idea de convertir el Mediterráneo en un gran centro mercantil y cultural. Hoy sus restos descansan en el Monasterio de Poblet, Tarragona.


(En la imagen, Monasterio de Poblet; Fuente "http://www.canal-viajes.es")

Aragón se convertiría a su muerte en un conglomerado de reinos: Valencia, Mallorca, Murcia y el Principado de Cataluña; posteriormente, Aragón tomaría Sicilia, Córcega y Cerdeña y en el S XV, se uniría a Castilla, y se formaría este país llamado España.

Jaime I, “El Conquistador” esta es su historia y porque no, parte de la nuestra, porque fue uno de los reyes más determinantes en la Reconquista y más importantes para lo que sería el devenir de los reinos cristianos en la Península.








martes, 3 de agosto de 2010

LA BESTIA DE GÉVAUDAN: EL MONSTRUO QUE ATERRÓ FRANCIA.

30 de junio de 1764, nos encontramos en la aldea de Aveyron, en la región de Gévaudan (Francia), una niña de 14 años, llamada Jeane Boullet era asesinada de una manera brutal, pero ella no sería más que la primera de las más de 120 víctimas atribuídas a la que sería conocida como Bestia de Gévaudan.

Al principio se pensó que la niña podría haber muerto a causa del ataque de algún animal. Concretamente, el hecho de que 2 niñas, 2 niños y una mujer de 32 años fueran asesinadas a lo largo del verano y la manera en la que lo habían sido, hizo que se pensara en un primer momento en que los ataques podían ser achacados al creciente número de lobos en la región.

No obstante, testigos que decían haber visto a la bestia, decían que ésta tenía un tamaño muy superior al de un lobo común y que su peso, fácilmente rondaba los 100 kg de peso; además, los ataques no ser correspondían al de un lobo, puesto que las víctimas, eran decapitadas de un solo mordisco y después, sus vísceras devoradas; realmente un animal desconocido estaba atacando a campesinos de la región de Gévaudan.


(En la imagen, dibujo de la bestia)

Los ataques eran documentados y cada vez más usuales, puesto que en invierno, la bestia llegaba ha hacer 2 ataques por semana. Todo ello, obligó al rey Luis XV a intervenir en el asunto. Al principio del verano siguiente, con 54 personas asesinadas, en su mayoría mujeres y niñas, cuatro compañías de dragones (caballería real), fueron enviados a la zona para tratar de dar caza al animal, pero fue infructuoso, la bestia parecía desaparecer y además, los dragones debían de enfrentarse también a los propios cazadores, que se enfrentaban a ellos y les dejaban pistas falsas, ya que la recompensa por capturar al animal era demasiado grande para una población muy deprimida.

En cuanto a la bestia, un campesino llamado Jacques Neville que además colaboró con las autoridades para dar caza al animal, lo describió como “un enorme lobo de aspecto muy extraño, con el lomo rayado y una línea negra que le recorría desde el cuello hasta la cola, el color de su cuerpo era rojizo, con el morro afilado, una cola muy larga y fuerte y extraordinariamente móvil y con unas fauces desmesuradas.”


(En la imagen, escultura de la bestia en la región de Gévaudan)

Pero esto no es lo más llamativo, puesto que una de las compañías de dragones se cruzó con la bestia; el capitán Duhamel, que estaba al mando de todos los dragones, la encabezaba; según él, la bestia era tan grande como su propio caballo, pero mucho más ágil y rápida. Él y todos sus hombres descargaron sus fusiles sobre ella y a pesar de que hicieran blanco, la bestia no pareció ni tan siquiera herida.

Los rumores de lo que podía ser la bestia se disparaban; los religiosos decían que era una reencarnación del diablo y que atacaba a todos los que no cumplían con los mandatos divinos. Los nobles, por su parte, echaron la culpa a los cíngaros, que podrían haber dejado escapar a algún león o tigre de sus circos.

Por muchos lobos que se mataran, las víctimas no cesaban, tanto que en el verano de 1765, el rey envió al arcabucero real, Antoinè de Bauterne a dar caza al animal. El arcabucero logró acabar con una loba de gran tamaño, de unas 130 libras y la presentó ante el rey; pero a las pocas semanas, la bestia volvió a atacar.

Se acusó entonces a un joven llamado Antoinè Chastel, que había recorrido el norte de África con una compañía mercantil, se decía que criaba leones, tigres, hienas y mastines, y que había logrado un híbrido que cubría con una coraza cuando éste atacaba, lo que explicaba la inmunidad del animal ante los disparos; pero esto nunca se demostró.


(En la imagen, cartel de la época, representando a la bestia y ofreciendo una recompensa por su captura)

Llegamos así a 1767, Jean Chastel, cazador y, precisamente, padre de Antoiné Chastel, logró abatir a un animal de gran tamaño con una bala de plata hecha a partir de una medalla de la virgen fundida, llevando posteriormente los restos ante el rey; testigos los describen como un lobo de gran tamaño y fauces descomunales, el animal fue embalsamado, pero sus restos desaparecieron.

A pesar de esto, los ataques continuaron, pero ya en menor medida y acabaron por desaparecer. Lo único cierto de todo esto, es que durante 3 años, 131 personas murieron de una cruenta manera y a día de hoy, no se sabe quién o qué, causó esas muertes.

miércoles, 21 de julio de 2010

HASTINGS: LA BATALLA QUE DECIDIÓ EL FUTURO DE INGLATERRA.

Hace días, os conté en que consistían los Torneos Medievales, pero todo tiene su comienzo, y la época de los caballeros llegó, en buena medida, gracias al rendimiento que dieron en una batalla ocurrida el 14 de Octubre del año 1066, una batalla de esas que podemos llamar épica: en la que el Rey Harold II defendía ni más ni menos que la corona de Inglaterra contra un pretendiente a la misma, su nombre: Guillermo el Conquistador, quien en esa batalla dejaría una de esas imágenes que sólo la Historia nos regala. Hablamos de la Batalla de Hastings.

Para comenzar esta historia, debemos remontarnos un poco en el tiempo, concretamente al año 430, en la llamada “época oscura de Inglaterra”, puesto que, ciertamente, es muy poco lo que se sabe de la Inglaterra posromana de los siglos V y VI, pero nos quedaremos con que fue invadida por varios pueblos germanos, el más importante, el sajón, con el que comenzaría una dinastía de reyes sajones que duraron hasta el año 1066.

En este año, reinaba en Inglaterra Eduardo el Confesor, quien murió sin dejar descendencia. Los sajones decidieron que el nuevo rey sería Harold Godwinson, Harold II, que era un general que había cosechado grandes victorias contra Gales y Escocia, y además, era cuñado del rey. Pero la transición no fue fácil, puesto que 2 nuevos candidatos al trono aparecieron más allá de las islas:

* El rey Harald de Noruega y Dinamarca reclamaba el trono puesto que le había brindado su apoyo al difunto Eduardo para que se mantuviera en el poder, ya que estaba en conflictos tanto con irlandeses y escoceses como con señores normandos del Norte de Francia.

* Y por otro lado, al duque Guillermo de Normandía, primo de Eduardo, y al que presuntamente, éste le había prometido el trono, ya que no podía heredarlo directamente al ser bastardo


(En la imagen, retrato de Guillermo I; Fuente: "www.voyagesphotosmanu.com")

Ante esto, Harold movilizó a su población y convocó a la milicia, los fyrdmen, que junto con su guardia personal, los huescarles, formaban los 2 cuerpos de ejército que debía de frenar los intentos de conquista de los 2 pretendientes al trono. Los huescarles eran tropas pesadas, acorazadas, de élite, primero lanzaban sus franciscas (hachas arrojadizas) y después usaban sus pesadas hachas de combate y sus escudos ovoides. Realmente eran unas tropas formidables.


(En la imagen, dibujo de una formación de huescarles; Fuente: "mahan.wonkwang.ac.kr")

Este ejército se apostó en Londres, puesto que se esperaba una invasión de Guillermo a través del Canal de la Mancha, pero ocurrió que el tiempo de movilización de la milicia (2 meses), se agotó sin señales de la posible invasión. Aprovechando la situación, Harald desembarcó al Norte, comandando un ejército de unos 5000 hombres. Ante esto, Harold marchó a su encuentro al mando de sus huescarles y de los fyrdmen que aún estaban a su lado. Cuentan las crónicas que cuando Harold se enteró de la invasión, dijo tranquilamente, “le daré al Rey Noruego 2 metros de suelo inglés, los justos para su tumba”.

Llegados a esto, Harold marcha con su ejército hacia York, y el 8 de septiembre, divisa el campamento vikingo cerca del Puente Stamford (Stamford Bridge, que algunos conoceréis por ser el nombre del estadio del Chelsea) y decide atacar aprovechando la situación. Dicen que un berserker que dejaba pequeño al propio Harald, que medía más de 2 metros; armado con un hacha y desprovisto de armadura, contuvo los intentos de los soldados ingleses de cruzar el puente durante más de una hora, dando así tiempo a sus compañeros a organizarse defensivamente. Finalmente, el vikingo fue abatido y los ejércitos chocaron, pero la batalla se desniveló a favor de los sajones, además, el Rey noruego fue abatido por una flecha muriendo en batalla.


(En la imagen, cuadro que representa la batalla de Stamford Bridge; Fuente: "wikipedia")

Una semana más tarde, cuando Harold aún se encontraba en York recuperándose de la batalla, recibe la noticia de que Guillermo había desembarcado en Pevensey, cerca de Londres, con unos 6000 infantes y caballeros normandos, aunque también había arqueros e incluso ballesteros, era lo que podía llamarse un ejército muy moderno en comparación al sajón, compuesto básicamente por infantería. Pevensey no era un lugar adecuado como base, pero ante la falta de enemigos, Guillermo pudo desplazarse hasta Hastings, donde incluso construyó un fuerte de madera.

De nuevo tocó marchar al ejército de Harold y completaron las 500 millas que separan York y Londres en 9 días; en la capital permanecería 5 días más, donde sus soldados descansarían y trataría de reclutar las máximas unidades posibles, pero tuvo un error, que fue no conovocar a la Milicia de Londres.

Llegamos así al día 13 de octubre, día que Harold despliega su ejército en la colina de Senlac, al sur de Londres, unos 11 Km tierra adentro; a priori era una zona ideal de defender: un frente de unos 500 metros, con pantanos a un lado y el río Asten al otro.

Tras recibir estas noticias, Guillermo emprende la marcha hacia el norte al amanecer del día 14. Los ejércitos se encontraban uno frente a otro antes de las 9 de la mañana de ese mismo día. Ante la formación sajona, Guillermo dispuso a sus tropas en 3 grupos: los flancos estaban al mando de los Duques de Bretaña y de Boloña, con bretones y, mercenarios y caballeros flamencos respectivamente. Mientras que el centro, las mejores tropas y la caballería pesada, la “conroi”, estaban bajo su mando.


(En la imagen, foto de una representación de la caballería que usó Guillermo; Fuente: "www.greydragon.org")

Pasadas las 9, sonaron las trompetas normandas, a esta señal los arqueros se adelantaron y comenzaron a disparar, los longbow empezarían ha hacer estragos en las filas sajonas, arcos finos, que en manos de expertos, alcanzaban casi los 200 metros en cada disparo. Como los sajones apenas disponían de arqueros, los normandos pudieron disparar a placer hasta vaciar sus carcaj.

Tras esto, comenzó la lucha cuerpo a cuerpo, pero debido a la posición defensiva sajona en alto, los soldados y caballeros normandos llegaban cansados al choque, y si a esto unimos que los huescarles, situados en el centro y bajo el mando de Harold, hacían estragos, el resultado fue que las primeras tentativas normandas fueron en vano y tuvieron muchas bajas, tanto que incluso el propio Guillermo falló en una serie de cargas que hizo con la caballería pesada.

El flanco bretón entonces pareció vacilar y batirse en retirada, hecho que hizo que la milicia sajona, que eran soldados irregulares, rompieran la línea defensiva para perseguirlos; pero los bretones recompusieron filas y lograron acabar con ellos. Viendo esto, Guillermo decidió de nuevo cargar contra los defensores, pero fue derribado de su caballo.

La vacilación y el miedo llegó a las filas normandas que hicieron amago de romperse, hecho que hizo que los sajones rompieran de nuevo la línea con la idea de dar caza al invasor. Entonces ocurrió la imagen que antes os comentaba, esa imagen para la historia: Guillermo montó de nuevo su caballó, alzó la visera de su casco y de pie sobre los estribos, para mostrar que aún vivía, recompuso sus filas, arengando a sus hombres porque la lucha aún no había acabado. Mandó disparar a sus arqueros las últimas flechas, y aprovechando la desorganización sajona y que debían de subir sus escudos para cubrirse de las flechas, lanzó un último ataque frontal, ataque en el cual un caballero mataría al propio Harold y marcaría de manera definitiva el final de la batalla.


(En la imagen, recreación de una "carga" de caballería; Fuente: "www.greydragon.org")

El día de Navidad de ese mismo año, en la Abadía de Westminster, Guillermo sería coronado Rey de Inglaterra; con esto, el sistema feudal llegaría a Inglaterra, supondría la llegada de la caballería pesada a los campos de batalla europeos, pero también sirvió para comprobar que una infantería bien preparada como la que formaban los huescarles, también era formidable, y que el arco de tiro largo, también sería parte importante de los ejércitos ingleses en los años venideros.

viernes, 25 de junio de 2010

El más sentido alegato a favor de la Naturaleza

Hoy os dejo constancia de una carta, pero una carta especial que fue escrita por el jefe indio Seattle al entonces Presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, cuando éste les ofreció una oferta por sus tierras. Un alegato realmente hermoso a favor de la Tierra; que la disfrutéis, merece la pena leerla.

El Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran Jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas.

¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habeis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja.



Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el venado, el caballo, el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. "Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El Gran Jefe manda decir que nos reservará un lugar para que podamos vivir cómodamente entre nosotros. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Mas, ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros. El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras, deberéis recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y hermanos de vosotros; deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso que daréis a cualquier hermano.



Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que le importe. Despoja de la tierra a sus hijos sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras sí sólo un desierto.

No lo comprendo. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre de piel roja. Pero quizá sea así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el orzar de las alas de un insecto. Pero quizá sea así porque soy un salvaje y no puedo comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿Y qué clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna? Soy un hombre de piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido del viento que acaricia la cala del lago y el olor del mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos.



El aire es algo precioso para el hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento: el animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco parece no sentir el aire que respira. Al igual que un hombre muchos días agonizante, se ha vuelto insensible al hedor. Mas, si os vendemos nuestras tierras, debéis recordar que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que sustenta. Y, si os vendemos nuestras tierras, debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar al cual podrá llegar incluso el hombre blanco a saborear el viento dulcificado por las flores de la pradera.

Consideraremos vuestra oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, pondré una condición: que el hombre blanco deberá tratar a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta. He visto miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas, abandonados allí por el hombre blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que sólo matamos para poder vivir. ¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu. Porque todo lo que ocurre a los animales pronto habrá de ocurrir también al hombre. Todas las cosas están relacionadas ente sí.

Vosotros debéis enseñar a vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, debéis decir a vuestros hijos que la tierra está plena de vida de nuestros antepasados. Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñados a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen el suelo se escupen a sí mismos.



Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia

Aún el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con el -de amigo a amigo no puede estar exento del destino común-. Quizá seamos hermanos, después de todo. Lo veremos. Sabemos algo que el hombre blanco descubrirá algún día: que nuestro Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizá que sois dueño de nuestras tierras; pero no podéis serlo. El es el Dios de la humanidad y Su compasión es igual para el hombre blanco. Esta tierra es preciosa para El y el causarle daño significa mostrar desprecio hacia su Creador. Los hombres blancos también pasarán, tal vez antes que las demás tribus. Si contamináis vuestra cama, moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes colinas esté cerrada por un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y comienza la supervivencia....


(En la imagen, Jefe Seattle)