domingo, 9 de mayo de 2010

ARMIN Y TEUTOBURGO: EL INFIERNO GERMANO DE ROMA (II Y ÚLTIMA)

En Mattium, estaba el Palacio del Gobernador de la Región, su nombre: Publio Quinitilio Varo. Varo despreciaba a los germanos, los consideraba salvajes y tribus que no podrían ser romanizadas, por lo tanto, si podían ser pueblo para comerciar o para servirse de su fuerza militar, pero nunca podrían ser considerados como una provincia romana. No obstante había líderes germanos como Segest, que sí querían a Roma, y previnieron a Varo que una rebelión se estaba fraguando en el interior de Germania. Pero Varo no se preocupó por ello, su ejército, estaba compuesto por 3 legiones: la XVII, la XVIII y la XIX, completamente pertrechadas, con soldados veteranos, curtidos… 3 alas de caballería y 5 cohortes auxiliares. Aunque otro día hablaré del ejército romano, para que tengáis una idea: una legión, comprendía en torno a 4.500 soldados, 1 ala de caballería (1 por Legión), eran 120 monturas, y una cohorte auxiliar podía tener entre 480 y 500 hombres y podían ser desde jinetes germanos o macedónicos a honderos baleares o arqueros griegos. Por tanto, en total, Varo tenía un ejército de unos 20.000 soldados.

Llegamos a la primavera del año 9; cuando se invita a Varo a ser juez en unas disputas entre varios clanes, así, se interna en territorio germano con sus 3 legiones y tropas auxiliares. Y así discurre todo el verano, con Varo gobernando desde más allá de los límites del Imperio. Pero esto cambiaría súbitamente en el otoño de ese mismo año; noticias de revueltas a lo largo de todo el territorio llegan a los campamentos romanos, y se pide a Varo que acuda con sus 3 legiones a sofocarlas, para ello, Armin, que ya por entonces era un importante líder germano y que ya había luchado para Roma, se ofrece a guiarles a través de un bosque completamente inhóspito para los romanos llamado Teutoburgo. Varo no desconfió de Armin puesto que ya había luchado para Roma, y además, tenía a sus legiones.





(En las imágenes, fotos del Bosque de Teutoburgo; Fuente: "www.identificacion-numismatica.com")

Pero los romanos cometieron un error al emprender la marcha y fue desplazar todo su material anexo, equipajes, lonas de las tiendas… junto a la fuerza militar. No se sabe porque Varo optó por esto y no acuartelar a una legión con todos los aparejos extras mientras él se dirigía con el resto de fuerzas a sofocar a los rebeldes. Pero se decidió a adentrarse en un terreno agreste, desconocido con una columna en la que había hasta 3 secciones de carros tirados por bueyes con todo tipo de útiles.

En este punto nos podemos imaginar a la columna de romanos entrando en el bosque, acompañada por Armin y su escolta personal, adentrándose cada vez más en el interior del bosque, y entre las sombras, estaban los clanes del lobo, ciervo, del oso, del águila: los amsívaros, los angrívaros, los sajones, los longbardos, los cattos… Estaban todas las tribus germanas, hombres y mujeres con sus cuerpos tintados, con sus pelos teñidos, sus barbas trenzadas, todos dispuestos a aniquilar a Roma.

Una mañana lluviosa, Armin y su escolta se separaron del contingente romano con la excusa de ir al encuentro de más aliados de Roma, lo que produjo el gozo de Varo, que no dudó en continuar la marcha sin su guía. La columna iba encabezada por los exploradores, seguidos de una legión que precedía a un grupo de zapadores que iba montando una pequeña calzada, a continuación, 2 alas de caballería, el mando y el otro contingente de caballería, e intercalados entre ellos, viajaban los carros de pertrechos, para cerrar la marcha las 2 legiones restantes y las tropas auxiliares. Pero la columna avanzaba muy despacio, debido a la lluvia el camino era un auténtico barrizal, era muy difícil montar una superficie sobre la que avanzar adecuadamente y muchos carros se quedaban atascados en el barro.

Escondidos, los germanos cada vez se confiaban más; así, casi al final del día, una lluvia de flechas, lanzas, piedras… llovió sobre la columna. Los romanos cayeron a decenas, nadie sabía que había pasado, y antes que pudieran reaccionar, un enjambre de soldados germanos, armados con espadas, hachas, mazas, se abalanzó sobre ellos, además, estaban en un espacio demasiado estrecho como para formar una línea de defensa compacta, y unido a que los proyectiles habían hecho estragos y el numeroso contingente civil que les acompañaba, todo dificultaba cualquier maniobra.



(En la imagen, dibujo de un momento de la escaramuza; Fuente:"utenti.multimania.it")

Pero los romanos aguantaron aquel primer envite, aún con bajas y desordenados, los legionarios eran los mejores soldados de la Antigüedad por algo. Ya en la noche lograron construir un pequeño campamento y recomponer filas y unidades, parecía que podrían aguantar y poder salir de aquel bosque; para ello, la primera medida fue quemar todos los carros que eran inservibles en el aspecto militar para poder flexibilizar la marcha. Así, las legiones, aguantaron hasta 3 días, marchando en condiciones adversas, aguantando las acometidas germanas; pero cada vez eran menos, y además, se encontraban barricadas y trampas en el camino de vuelta. El cuarto día fue la aniquilación de los restos del ejército romano, Varo se suicidó junto a los oficiales que quedaban y los soldados últimos soldados que quedaban morían a manos de los germanos o trataban de huir. Dos Águilas de 2 de las legiones fueron capturadas, la restante desapareció, y ninguna otra Legión que se fundara a partir de entonces sería nombrada la XVII, XVIII o XIX. Y cuando el emperador Augusto se emteró de tal suceso, gritóó repetidas veces en Roma: "¡Quintilius Varus, devuélveme mis legiones!"



(En la imagen, esqueleto de un caballo hallado en las cercanías del bosque, posiblemente muriera en la batalla; Fuente: "pabloaparicioresco.blogspot.com")

Fue la gran batalla de los germanos, donde ganaron y donde doblegaron a Roma; pero años más tarde, el año 19, Germánico, el hijo adoptivo del Emperador Augusto y quién era llamado a ser su sucesor, volvió al mando de 50.000 soldados, y se enfrentó a Arminius, y esta batalla, tuvo un resultado que aún a día de hoy es incierto, aunque ambos ejércitos tuvieron graves pérdidas, es cierto que Armin nunca más se levantó frente a Roma los pocos años que le quedaban de vida, pero que Roma, tampoco volvió a pasar del Rhin. Hay que decir que durante esta batalla, la propia Thusnelda fue secuestrada por los romanos y vendida en Roma como esclava donde acabaría sus días como tal.

Armin, por su parte, fue traicionado por otros líderes, y asesinado 2 años más tarde cuando sólo tenía 37 años. Así acabó sus días el que fue azote de Roma, el lobo que guió a su pueblo frente al poder de la época, el que luchó para Roma y posteriormente la vencería, el que agitó las “almas salvajes” de aquellas tribus que nunca se dejaron dominar.



(En la imagen, monumento dedicado a Armin en Teotuburgo; Fuente: "www.rivistazetesis.it/Altripopoli")

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