martes, 5 de octubre de 2010

EL MISTERIO DE LA ISLA DEL ROBLE

Oak Island, en Nueva Escocia, en la costa este de Canadá, una isla que ya era usada por los piratas anglosajones del siglo XVIII para enterrar sus tesoros, sigue siendo a día de hoy uno de los lugares más enigmáticos y misteriosos que podemos encontrarnos; y este misterio tiene un comienzo: el verano de 1795, cuando 3 jóvenes llamados John Smith, Daniel McGinnis y Anthony Vaugan decidieron investigar la isla y encontraron un Pozo, que recibiría el nombre del Pozo del Dinero.


(En la imagen, dibujo de la isla; Fuente: "fratertempli.blogspot.com")

Nos situamos pues, en un día de verano que estos 3 chicos se deciden a investigar la isla, y encuentran junto a un árbol un círculo de tierra que les llama la atención, parecía que estaba removido, por lo que se deciden cavar en él. Cuando llevaban unos 80 cm de tierra excavada, encuentran una capa de losas de piedra, la cual retiran y siguen excavando, observando mientras lo hacen que se encuentran en una especie de pozo con paredes de arcilla; pues bien, siguen cavando hasta que llegan a unos 3 metros de profundidad, pero lo que encuentran ahora es una capa formada por troncos de roble que logran salvar con más o menos fortuna, pero pueden continuar en su empeño, con la casualidad que a otros 3 metros más profundos, vuelven a encontrarse con otra capa de troncos, por lo que deciden parar puesto que se veían incapaces de lograr algo con sus herramientas; disimulan su obra como buenamente puede y ahí queda la cosa.

Pasa el tiempo, y 9 años más tarde los 3 amigos vuelven a la isla con la idea de desentrañar aquel misterio, y esta vez cuentan con el apoyo de Simeón Lins, que les apoya con dinero y maquinaria, es la expedición Onslow.


(En la imagen, entrada actual al pozo; Fuente "bitacora.ricardomartin.info")

Recordemos que nos encontramos a unos 6 metros de profundidad. Para sorpresa, 3 metros más profundos de su última parada, había otra capa de troncos, la cual logran salvar, para, de nuevo a los 3 metros, volver a encontrar otra capa, y así sucesivamente hasta los 27 metros de profundidad. Las capas de troncos estaban reforzadas con arcillas, con fibra de coco (como diría un conocido investigador… Coco, ¡en Canadá!, es algo muy llamativo, ¿no creéis?), y los sedimentos entre las distintas capas eran diferentes: carbón vegetal, arcilla, arena… Total, que a los 27 metros se encuentran con una losa de pórfido con extraños símbolos que fueron incapaces de descifrar, el pórfido es un mineral que no hay en América, por tanto, el autor del pozo tuvo que traer el material de algún lugar ajeno a la isla; tal vez todo aquello era demasiada preparación para ser un escondite de un simple botín pirata… En cuanto a lo que la losa decía, un profesor de lenguas antiguas llamado Barry Fell, con una serie de conversiones y adaptaciones, lo tradujo como “trece metros más abajo están enterrados dos millones de libras”, lo símbolos… hay diferentes teorías, desde un lenguaje copto mediterráneo hasta posibles símbolos de origen touareg.

No obstante, nada para a los expedicionarios y logran traspasar la losa, pero a los 33 metros, justo cuando se llegaba a una nueva capa, nada más tocarla y sin darles tiempo a ver cual era aquel nuevo material, el pozo se inundó de agua de mar. Al día siguiente, trataron de drenar el pozo con una bomba, pero ésta no dejaba de sacar agua, por lo que llegaron a la conclusión de que había canalizaciones que comunicaban directamente con el océano. Además, esta agua anegaba pozos que se hicieran paralelos al principal (como se intentó), y si a ello unimos que la isla es un pequeño monte y que el pozo está en una de las laderas tal que puede evitar corridas de tierra, barros, nieves. Cabe preguntarse ¿quién hizo esta obra de ingeniería?


(En la imagen, foto de la réplica de la losa encontrada a los 27 metros, la original se perdió; Fuente: "grupos.emagister.com")

Se trató en diferentes excavaciones el llegar a salvar la anegación, pero resultó imposible; si que se llegaron a sacar mediante maquinaria trozos de pergaminos e incluso de joyas, pero no se pudo seguir trabajando y cavando en el propio pozo. Hasta que en 1972, se sumergió una cámara submarina que filmó 3 cofres y lo que parecía ser un cadáver junto a una mano cortada, pero ésta con partes intactas, no obstante, la suciedad y los sedimentos impidieron verlo con claridad. La profundidad de los cofres y la mano: 63 metros.

Pero no sólo ese misterio encierra la isla, por un lado, 50 años antes del descubrimiento hecho por los jóvenes, un general francés aseguraba que la disposición de los árboles del bosque que poblaba la isla, no obedecía a un orden natural, sino que los robles seguían un estilo que, hasta ese momento, sólo se encontraba en un lugar, en los jardines del Palacio de Versalles, pero es que se calculaba, que entonces, ¡los robles más jóvenes tenían en torno a 200 años! Ya hacía más de 200 años que alguien había “preparado la isla”.

Otro dato a tener en cuenta, Oak Island es uno de los lugares más investigados sobre posible presencia europea en el continente americano antes que Colón, concretamente, en los últimos años del siglo XIV y primeros del Siglo XV; exploraciones que llevaron a cabo los reyes de las islas Orcadas (de ascendencia normanda, coincidiendo con la de Eric el Rojo, que se le vincula con una posible llegada a América); una de las dinastías de estos reyes, la de los Sinclair, (que fue un peso importante para el asentamiento de los templarios en Escocia tras su desaparición en Francia), pudo llevar a cabo expediciones hacia este punto, incluso hubo documentos que llegaban a atestiguar que se construyó un fondeadero en esta isla y otro, poco más abajo, en Cabo Bretón.

Pues bien, en un reciente descubrimiento, hace 15 años solamente, se ha descubierto en una de las costas de la isla el fondeadero de un muelle con inscripciones latinas, pero es que además, en el muelle de Cabo Bretón, se encontraron restos de una culebrina italiana del Siglo XIV… y si con esto no fuera suficiente, en Rosslyn (Escocia), hay una capilla del S XIV, en la que hay talladas mazorcas de maíz, que en Europa supuestamente no se conocía hasta después de los viajes de Colón.


(En la foto, detalle de las mazorcas de maíz en la Capilla Rosslyn; Fuente: "viajesescocia.es")

Sobre lo que puede encerrar el inalcanzable cofre… una vez desechada la idea del tesoro pirata o de cualquier otro galeón, se le ha llegado a atribuir incluso que sea un tesoro templario relacionado con el Santo Grial. Yo, personalmente, tuve la suerte de preguntarle a uno de los investigadores más importantes de España, Jesús Callejo, sobre lo que él pensaba que había, y sorprendentemente, me dijo que no creía que hubiera nada realmente valioso, pero claro… ambos nos miramos y nos dijimos: “Pero realmente ¿quién lo sabe?”.