Tanto en el Evangelio de Lucas, como en el Evangelio de Mateo, se habla de que cuando Jesús estaba casi recién nacido, unos Magos llegaron de Oriente para adorarle y darle sus presentes. Aún a día de hoy, no se sabe a ciencia cierta quienes eran estos ilustres personajes, procedencia, incluso no se conoce su número exacto, pero lo que sí está claro es que a raíz de ellos, se fomentó una tradición que reflejada en la ilusión y rostros de los niños (y no tan niños) en los días 5 y 6 de Enero de cada año, hace que, al menos esos dos días, todo el mundo se sienta más o menos “monárquico”.
En esta entrada no tendré en cuenta las fechas estimadas del viaje de los Reyes Magos a Belén, puesto que todas las fuentes consultadas coinciden en que la fecha del 5 al 6 de Enero, 13 días después del Nacimiento de Jesús, es una fecha muy prematura para su llegada, y se establece ésta cuando Jesús ya tenía 5 o 6 meses.
¿Eran 3? En las distintas tradiciones, se habla de 3 visitantes, 4 e incluso hasta 12, equiparando su número al futuro número de discípulos de Jesús; pero fue en el S V con el Papa León I cuando se estableció su número en 3.
Pero en primer lugar; ¿eran Reyes realmente? En los Evangelios se habla de 3 Magos, pero no magos con una concepción actual obviamente, sino todo parece indicar que serían 3 astrónomos/sabios pero que sí tenían unos conocimientos muy superiores a cualquier coetáneo, independiente de que en esa época en torno al 85% de los habitantes del Imperio Romano no supiera leer ni escribir, los conocimientos de astronomía y otras ciencias que estos personajes tenían no eran fácilmente equiparables.
¿Astrónomos? Todo parece indicar que sí, se habla en Evangelios Apócrifos incluso de 3 estrellas que les habrían señalado el lugar de nacimiento de Jesús; puesto que tenemos una estrella mucho más intensa y potente que cualquier otra, que les guiaría hasta Belén; una segunda estrella que estaría de una manera continua sobre el establo, para marcar el lugar exacto, y por último, se habla de una tercera estrella que estaría dentro del propio establo, estrella que cuando Jesús nació dio una luz tan intensa que ocultó a todos el propio nacimiento, bajando su intensidad después pero nunca apagándose (a modo de luz interior).
Cuando el S V, se estableció su número en 3 (tal vez en relación a los 3 regalos), también se dieron varios puntos a tener en cuenta a colación de esto. En primer lugar, recordar el significado de los 3 regalos: oro como rey, incienso como Dios y mirra como hombre, simbolizando su futura muerte; de todas maneras, en relación de nuevo a los evangelios Apócrifos (datados del S II), se habla de un cuarto regalo: el libro de Seth, que era un libro de ciencias ocultas (de aquí tal vez podamos pensar porque en la tradición de la Iglesia Ortodoxa rusa se habla de un cuarto Rey llamado Artabán). Y en relación a las mismas fuentes, éstos Magos eran además Reyes, determinado también tres nombres y tres posibles procedencias, que son las siguientes: Melichior, rey de Persia; Gathaspa, rey de la India; y Bithisarea, rey de Arabia: 3 lugares que están ciertamente al Este de Belén. No se sabe a ciencia cierta si llegaron solos o con una Gran Corte cada uno, pero bien es cierto que si pensamos que eran Reyes, lo normal es también no pensar que iban acompañados sólo de un paje cada uno. Además, ya se data también que los Reyes llegaron en diferentes monturas a Belén, llegando cada uno en una bestia típica de su país, es decir, en caballo desde Siria, en elefante desde la India y en camello desde Arabia.
(En la imagen, Reyes Magos de Oviedo; Fuente: www.lne.es)
Sería ya durante el Renacimiento cuando, primero, se hizo un paralelismo entre las edades de los Reyes y las etapas de la vida del hombre vejez, madurez y juventud), y, segundo, se empezó a representar al último de los Reyes como un Rey de color, pero aún así, es también sospechoso que se representara al último de ellos, al que procedía de Arabia, el país de los 3 donde sería más probable encontrar a alguien negro. Por último, cabe preguntarse si hicieron el viaje solos o se juntaron en el camino. Todo parece indicar la 2ª opción una vez descartada la idea de que eran sabios persas. Así que si llegaron desde diferentes lugares, y dada la lejanía de los 3 reinos, es lógico pensar que no comenzaron su viaje a la vez, puesto que, desde la India, el viaje duraría en torno a 3 meses, mientras que desde Arabia, tan solo un par de semanas; por lo que la primera Estrella se fue revelando progresivamente a los Reyes, como si hubiera habido un cálculo que escapa a nuestras percepciones, tal que los 3 se encontraran en el camino a Belén.
A día de hoy, los restos de estos 3 personajes, descansan en el Relicario de los Reyes Magos, en la Catedral de Colonia desde la época del Emperador Federico Barbarroja, pero si algo es enigmático, es que la ciudad fuera arrasada a bombardeos aliados durante la 2ª Guerra Mundial, pero que la Catedral permaneciera intacta durante todo el conflicto; ¿casualidad solamente?
Lo cierto, es que aún ahora, es una historia llena de misterios y de enigmas que, posiblemente, nunca podrán ser contestados, pero también es una historia que hace que los más pequeños llenen de ilusión las calles y los hogares cada 5 y 6 de Enero, y porque no, todos nos sintamos niños otra vez gracias a ellos.
¡Y acordáos! Cuando comáis el roscón, aquel al que le salga el haba, será coronado rey por un día, que el haba es un augurio de buena suerte desde la época de Roma; eso sí, también se convierte en el padrino del niño Jesús y le toca pagar el roscón…
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